PRIMER CAPÍTULO

El mundo ha cambiado. Hace tiempo que los satélites GPS ya no están operativos. A veces acudimos a la taberna de “Mohicano” para tomar unas cervezas. Escuchando las conversaciones hemos oído a muchos aventureros y comerciantes de langostas del desierto, uno de los pocos alimentos que quedan en el planeta, hablar de un país que llaman TAMBUKAN en donde se pueden contratar caravanas de camellos que te pueden conducir hasta la zona en donde dicen se encuentra un tesoro escondido que todavía nadie ha encontrado ni sabe su contenido.

Tanto a Anuskha, mi compañera de siempre, como a mí, esta aventura nos impide dormir. Disponemos de algo de dinero que nos permite a los tres, incluidos Anatoli y yo mismo, tomar un barco de 2 mástiles que nos dejará en la ciudad de TERNALIA

Tras un mes de travesía arribamos a puerto. Son 2 días en camellos los que nos hacen falta para alcanzar nuestro primer destino en Ternalia, en el poblado de Akhamúm. Nos alojamos en una pequeña pensión donde establecemos contacto con un tal Edmund Ohlart.

Edmund nos da las antiguar COORDENADAS geográficas conocidas del punto en que nos encontramos en Akhamún. Al día siguiente contratamos al camellero que nos ha recomendado Edmund y, que esperamos nos llevará por el desierto hasta el punto donde dicen se encuentra el comienzo de la ruta para encontrar el famoso tesoro

Tras cinco días de travesía, a lomos de estos malhumorados animales, alcanzamos el primero de nuestros destinos en este basto y desolado desierto donde encontramos una roca con una coordenada grabada.

AHMUD, el camellero, nos deja ver un viejo plano que guarda con cierta desconfianza. Al revisarlo con atención, nos damos cuenta de que no sabemos dónde estamos, ya que el mapa no esta georeferenciado y solo conocemos el punto de partida de Akhamúm.

Saber nuestra posición es vital para encontrar la pista que nos llevará al tesoro.

Ahora le toca el turno al antiguo navegante, Anatoli KURSOV, que recorría el desierto con un vehículo 4×4 cuando todavía existían los GPS.

Tiene la coordenada de la salida que nos dio Edmun Ohlart en Ternalia y la coordenada en roca que hemos encontrado. Y por supuesto el mapa de Ahmud donde debemos situar el punto donde nos encontramos … si lo       ¡ encontramos ¡

Ahora debemos calcular el punto en que estamos ahora mismo, SEÑALARLO en el mapa y dirigirnos hasta la segunda prueba de nuestro viaje para encontrar la gruta en donde esta el tesoro que buscamos.

SEGUNDO CAPÍTULO

Ahmud, el camellero, ha desaparecido. En las primeras luces del alba ya no estaba. Pero hemos conseguido situar nuestra posición en una copia a mano del mapa. Con la escala que viene marcada en su parte superior hemos conseguido saber que cada centímetro del mapa son 100 km de este inmenso desierto.

Se ha levantado una gran tormenta de arena que nada deja casi ver. Mientras recogemos nuestras escasas pertenencias, que no se ha llevado Ahmud, nos sobresaltan unas voces de unos camelleros que apenas vemos. Al llegar a nuestra altura nos informan de que varios aventureros han salido hacia donde nos encontramos en busca de la “roca inmutable” que contiene una antigua coordenada. Como era presumible nos ha traicionado Edmund Ohlart.

Miramos el calendario y hoy es el 3 de mayo de 2080, deberemos darnos prisa.

Anatoli apunta en un papel las coordenadas para disponer de varias copias

Edmundo Ohlart nos entregó:

25,064722 S / 46,942500 E

En la roca inmutable aparece:

20º 27¨52” S / 45º 21´16” E

Debemos comenzar a trabajar, el tiempo pasa rápido y las reservas de agua se pueden agotar rápido con este calor sino encontramos el pozo de agua que llaman “pozo azul”

TERCER CAPÍTULO

Anatoli ha terminado los cálculos de nuestra posición. Hemos recorrido unos cientos de kilómetros hacia el noroeste. No ha sido fácil ya que las coordenadas estaban en dos formatos diferentes y ha tenido que igualarlas. Pero algo de trigonometría básica y conocer los diferentes formatos de una coordenada sexagesimal le han bastado.
Ahora está intentando dar de beber a varios burros semisalvajes del desierto para alcanzar su confianza y poder llevarlos para que nos transporten la carga a nuestros próximos puntos de destino.
Ha terminado la tormenta de arena y nos permite recoger todo el agua que podamos llevar para la larga travesía que nos espera

CUARTO CAPÍTULO

Esta mañana, al amanecer, nos hemos puesto nuevamente en marcha. Anatoli dirige la recua de los burros: Al parecer ya se han hecho amigos. Cuatro asnos de imponente aspecto llevan nuestras pertenencias, algo de comida y el agua que hemos podido cargar en los recipientes de que disponemos. Nos preocupa que los camelleros que nos informaron han acampado muy cerca y siguen atentos a nuestros menores movimientos.
Reviso una vez más el interior de mi macuto para comprobar que el fantástico machete que me regaló en mi cumpleaños Anuskha sigue en su sitio, no parecen muy de fiar Tras varias horas de marcha llegamos a nuestro primer objetivo un lugar inhóspito y que llaman el chot de los escorpiones. Dormir esta noche aquí pone la piel de gallina, pero el cansancio puede más que la seguridad. Comemos una pequeña ración de galletas, pues andamos escasos de comida desde que Ahmud nos traicionó. Además el agua también está racionada. No parece una noche idílica para ninguno. Apagamos las velas e intentamos descansar, el machete dormirá esta noche conmigo

QUINTO CAPÍTULO

Llevamos una semana de marcha con un calor algo sofocante que nos hace beber mas agua de la que llevamos. Si no llegamos pronto al que llaman pozo Azul, escondido en un palmeral no sabemos cómo acabará esta aventura. Acampamos cerca de un abrevadero donde nuestros burros compartieron agua con varios camellos, pero su sabor, que amenazaba con tener un alto contenido en sales, nos hizo desistir de compartirla.

En esta semana pasada hemos tenido varios episodios interesantes en nuestra travesía. Hace tres días, un movimiento dentro del saco de dormir me despertó. Cogí el machete de debajo de la almohada para asestarle un golpe cuando vi aparecer una pequeña cabeza con dos grandes orejas que me miraba fijamente; era una cría de zorrillo del desierto que se había acurrucado en mi saco para pasar la noche algo mas caliente. Seguramente era huérfano o se había despistado.

Al salir del saco había dos escorpiones muertos, pensé que había sido mi nuevo y valiente amigo el zorrillo. Intentamos que se fuera, pero su insistencia en permanecer junto a nosotros nos hizo adoptarle. Le puse de nombre “guerrero” su valentía no dejaba lugar a dudas. La decisión de que viniera con nosotros nos traería suerte y evitaría unos días más tarde una desgracia.

El segundo episodio ocurrió un día antes, a los dos días de salir de la piedra inmutable. Por la noche nos acercamos a escondidas, desde nuestro campamento, situado entre unas dunas bajas, hasta el campamento de los camelleros, nos agazapamos a una distancia segura, pero desde donde podíamos oír sus conversaciones.

Nos preocuparon dos comentarios. El primero, que ya habían llegado a piedra inmutable cuatro aventureros que habían conseguido descifrar las coordenadas y situar el punto de partida en el mapa.

El segundo, era casi más preocupante. Estábamos a punto de entrar en una zona de alto riesgo, cosa que desconocíamos, donde varias tribus de los “hombres azules del desierto” tenían su dominio y cuanto menos te robaban todo cuanto tenías sino era la vida.

La cosa se complicaba. Pero habíamos conseguido el segundo punto de referencia que nos llevaría desde la piedra inmutable a la cueva del tesoro que buscábamos

PARTES DEL CONCUROS

El concurso la RUTA DEL TESORO-SFCH consta de tres pruebas consecutivas

PRIMERA PRUEBA ……………… Del 3 al 15 de mayo (deben enviarse los resultados antes de las 24.00 horas)

SEGUNDA PRUEBA……………..   Del 17 de mayo al 29 de mayo

TERCERA PRUEBA …………….   Del 31 de mayo al 12 de junio